Cuando la misión acabe, o sea, cuando se hayan llegado a formar tantos grupos necesarios y se reciba el Libro de los de las vestiduras Blancas, en una sola palabra: llegue el día del Anrrom; todos aquellos que la integraron serán como cualquier otro ser que venció la prueba. No sera ya más un Rama; pero sí un ser humano vencedor, que supo ser consecuente y erigirse indómito sobre su propia voluntad de trascender y volver sus ojos nuevamente hacia su creador.
Sampiac y Anitac
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